Piercings: los 3 errores que debes evitar antes del verano

El verano se acerca y, con él, el deseo de lucir un nuevo piercing. Sin embargo, antes de lanzarte a esta aventura estival, debes tener en cuenta algunos errores comunes que pueden arruinar la experiencia. Por ello, en este artículo te ofreceremos una guía completa sobre cómo evitar estos contratiempos y asegurarte de disfrutar de tu piercing durante todo el verano.

Consejos para elegir la joya de tu piercing de verano

Eleccion del material correcto

Un factor clave a considerar al elegir tu joya es el material. Según un artículo publicado recientemente, es crucial evitar materiales de mala calidad como el níquel, conocido por ser un alérgeno común. En su lugar, opta por materiales seguros y resistentes a la corrosión como el titanio o el acero quirúrgico.

Tamaño y diseño del piercing

No olvides tener en cuenta el tamaño y diseño del piercing. Evita los diseños voluminosos o pesados que puedan causar molestias durante las actividades estivales. Un adorno pequeño y ligero será más cómodo y favorecerá una cicatrización más rápida.

En este punto, es necesario pasar a otro aspecto fundamental: los errores comunes relacionados con los materiales y tipos de piercings.

Materiales y tipos de piercings: errores a evitar

Piercings inadecuados para la temporada estival

Durante el verano, algunas áreas del cuerpo pueden ser más sensibles al sol, al cloro de las piscinas y al agua salada del mar. Por lo tanto, es importante evitar los piercings en estas zonas o elegir joyas que no se deterioren con estos elementos.

Materiales poco recomendables

Algunos materiales, como el níquel, pueden causar reacciones alérgicas y deben evitarse a toda costa. Otros, como el oro de baja calidad, podrían corroerse con la exposición al cloro y al agua salada.

Conociendo cómo seleccionar tu piercing ideal y cuáles errores debes evitar en materiales y tipos, veamos ahora cómo cuidar tu piercing recién hecho.

Reglas de cicatrización y mantenimiento posterior al piercing

Proceso de cicatrización

Según un artículo reciente, la cicatrización de un piercing puede llevar entre 3 y 12 meses. Durante este tiempo es crucial mantener una higiene rigurosa para evitar infecciones.

Cuidados post-piercing

Mantén limpio tu nuevo adorno, especialmente durante los primeros días. Evita tocarlo con las manos sucias y limpia la zona dos veces al día con una solución salina suave.

Ahora bien, ¿qué ocurre si quieres disfrutar del verano a plenitud ? Veamos qué precauciones debes tomar en cuenta si tienes un piercing reciente.

Piercing reciente: ¿Se puede nadar o exponerse al sol ?

Natación y piercings

La mayoría de los expertos no recomiendan nadar en el mar o en la piscina con un piercing reciente, debido al riesgo de infecciones. El agua estancada y las bacterias pueden ser perjudiciales para una herida en proceso de cicatrización.

Exposición solar y piercings

Del mismo modo, se desaconseja exponer el piercing al sol durante las primeras semanas. La radiación ultravioleta puede irritar la zona y retrasar la cicatrización.

Dicho esto, ¿cómo pueden afectarte tus actividades veraniegas si tienes un piercing ?

Actividades estivales y riesgos para los piercings

Actividades acuáticas

Aunque te encante nadar, debes tener cuidado con tu nuevo adorno. Las actividades acuáticas aumentan el riesgo de infección e irritación del piercing.

Otras actividades físicas

También es recomendable evitar deportes o actividades que puedan provocar golpes o roces en la zona del piercing, ya que estos pueden dañarlo o incluso arrancarlo.

Para finalizar, existen algunas precauciones adicionales que debes considerar si planeas pasar el verano con un nuevo piercing.

Cuidados adicionales para los piercings durante el verano

Protección solar

Incluso después de las primeras semanas, es importante proteger tu piercing del sol. Aplica protector solar alrededor de la zona (nunca directamente sobre ella) y busca sombra siempre que sea posible.

Cuidado con el agua

Si decides nadar, trata de mantener tu piercing fuera del agua tanto como sea posible. Tras nadar, recuerda limpiarlo con una solución salina para eliminar cualquier bacteria o residuo que pueda haberse quedado.

En resumen, es importante tener presente que los piercings requieren un cuidado especial durante el verano: elegir la joya adecuada, evitar materiales y tipos de piercings inadecuados, seguir rigurosamente las pautas de cicatrización y mantenimiento, tener en cuenta la exposición al sol y el agua y adaptar nuestras actividades estivales para evitar posibles riesgos. Con estos consejos podrás disfrutar de tu nuevo adorno sin problemas durante todo el verano.